18 de enero: CENTENARIO DEL AMAUTA



José María Arguedas

1. Iniciamos el saludo a nuestro José María Arguedas centenario (1911-1969) de la manera más directa y honesta: que brille su vida -con luces y sombras- como las nieves del Sallqantay, que el apu 'tayta Chawala' lo tenga anidado entre sus riscos, al borde de la vida...
* líapiz de Antonio Bonicelli

2. Pero no pertenecemos a esa grey que profesa la biografía idolátrica. Creemos que si se ama a alguien, hay que aceptarlo 'tal como es', sin mediatintas ni borrones para hacer kapaq-kuna de sus virtudes y qunqapa de sus defectos. Aquí no vemos mal su correspondencia con el provocador maestro Julio Cortázar, ni nos molesta la oposición de La utopía arcaica, lectura meramente lineal de la historia social andina, y por tanto de pobres consecuencias, de Vargas Llosa (y que, además, no hemos acabado -los arguedianos- de contestar).

3. Sí acusamos, de una buena vez y a viva voz, la irresponsabilidad de los 'científicos sociales' que, en su hora (1964), fungieron de eunucos de la 'realidad campesina': Favre, con méritos y todo, y sus validos peruanos, a pesar de algún mérito, fueron incapaces de entender la diferencia epistemológica entre literatura y antropología.
4. Sí diremos, de una buena vez, de la sensibilidad exagerada por una 'antigua herida' del propio José María, que le impidió dar la batalla en el campo mismo de las letras y no en la estéril polémica con eruditos a la violeta. Polémica que -para beneficio de los 'académicos'- seguimos reproduciendo, aún cuando la realidad haya migrado a otras formas y que José María, pese a su gran intuición, no midió: les siguió el juego. Y los temas 'indios' y 'campesinos' se siguen tratando al margen de ellos, los actores. Bagua es el gran ejemplo. Sus reinvidicaciones son concretas y su afirmación social es tangible.

5. Cabe inaugurar la vuelta a Arguedas en el mismísimo estilo de Lacan en su relectura de Freud. La obra arguediana es una estructura eslabonada desde una gran ausencia: la comprensión del 'Perú profundo' -que dijo Basadre- y que apenas mereció la anémica acotación de cierto 'filósofo' peruano: "Pero eso es como decir que hay un Perú superficial..."

6. A esa obra nos remitimos. Sólo a la luz de la opera omnia cobrarán sentido y vigencia las anécdotas de y sobre José María que tan alegremente vuelan en boca de los soberbios detentadores del poder sobre la cultura y que ahora secuestran su nombre para adjudicárselo.

7. Proponemos la relectura total de Arguedas, lejos de los 'constructos' de moda. El único constructo válido en este ajedrez peruano es la 'lectura restituida de la historia social andina' que Arguedas urge comunuicarnos. La torpe tesis estalinista del 'lenguaje como espejo de la realidad' está ya desautorizada por la experiencia social del fin de siglo. Una cosa es la ornitología académica que clasifica calandrias con 'puntual taxonomía sistemática' y otra la comprensión abierta de la calandria de la consolación y la de fuego.


"Despidan en mí a un tiempo del Perú cuyas raíces estarán siempre chupando jugo de la tierra para alimentar a los que viven en nuestra patria, en la que cualquier hombre no engrilletado y embrutecido por el egoísmo puede vivir, feliz, todas las patrias". JM Arguedas

I. Bio-bibliografía

1911. Nace el 18 de enero, en Andahuaylas (Apurímac).
1914. Huérfano de madre -Victoria Altamirano- a los 3 años. Vive en Lucanas, Puquio y Abancay.
1926. Secundaria en Ica.
1928. Secundaria en Huancayo. 17 años. Funda el periódico juvenil Amauta.
1929. Vive en Yauyos (sierra limeña).
1931. ingresa a la UNMSM. 20 años.
1932. Muere su padre, juez de paz. Del 32 al 37 trabaja en el correo postal de Lima.
1935. A los 24 años escribe la primera versión de Warma kuyay y los demás cuentos de Agua.
1936. Funda la revista sanmarquina La palabra.
1937.
Va preso al Sexto (un año) por la asonada contra el embajador de la Italia facista. 26 años.
1938. Publica su recopilación Canto Kechwa (bilingüe).
1939. Profesor en Sicuani hasta 1941. 28 años.
1940. Viaja a México.
1941. Inicia Yawar Fiesta. 30 años.
1942. Prof. en el colegio Alfonso Ugarte de Lima. Primer Congreso Interamericano de Patzcuaro (México).
1943. Prof. en el colegio Guadalupe hasta 1948.
1946. Se gradúa como etnólogo por la UNMSM. 35 años. Casa con Celia Bustamante, importante etnógrafa y animadora de la peña artesanal Pancho Fierro.
1947. Curador de Folklore para el ministerio de Educación hasta 1952. Recoge con Francisco Izquierdo Ríos Mitos, leyendas y cuentos peruanos.
1949. Recopila Canciones y cuentos del pueblo quechua.
1950. Dicta etnología y quechua en el Pedagógico Nacional de Varones hasta 1953.
1953. Jefe del Instituto de Estudios Etnológicos del Museo de la Cultura Peruana hasta 1963. 42 años. Cuentos mágicos-realistas y canciones de fiestas tradicionales: valle del Mantaro.
1954. Diamantes y pedernales.
1956. Bachiller en etnología con Puquio: una cultura en proceso de cambio. 46 años.
1957. Estudio etnográfico de la feria de Huancayo / Evolución de las comunidades indígenas.
1958. La UNESCO lo beca para España. Publica Yawar fiesta. 47 años. Rios profundos, novela. El arte popular religioso y la cultura mestiza.
1959.
Dicta Introducción a la Etnología en la UNMSM hasta 1968.
1961. El Sexto, novela. 50 años. Cuentos mágico-religiosos de Lucanamarca.
1962.
Dicta Lengua quechua en la UN Agraria hasta su muerte. Escribe Tupaq Amaru taytanchisman (a nuestro padre TA), inicio de su único poemario Katátay. Publica el relato La agonía de Rasu-ñiti.
1963. Doctorado: Estudio de dos comunidades de Castilla y El Mantaro y la ciudad de Huancayo. Director de la Casa de la Cultura hasta 1964. A cargo de la revista Cultura y pueblo.
1964. Todas la Sangres, novela. 53 años.

1965. Recopila en San Miguel de Lima el relato oral de Santos Quyutupa Qatakamari Punqup musquynin (Sueño del pongo). Inicia su relación con Sybilla Arredondo. Director del Museo Nacional de Historia hasta 1966. 55 años.
1966. Intento de suicidio. Publica su traducción del manuscrito de Dávila Dioses y hombres de Huarochirí y rec. Poesía quechua.

1967. Casa con Sybilla Arredondo. Publica Amor Mundo y todos los cuentos. 57 años.
1968. Comunidades de España y del Perú.
1969. Se suicida en la UN Agraria el 28 de nov. Muere el 2 de dic. a los 58 años.
1971. Edición póstuma de El zorro de arriba y el zorro de abajo, por Losada, Bs As.
1972. Katátay, poemario bilingüe.
1973. Cuentos olvidados / Indios, señores y mestizos / Formación de una cultura nacional indoamericana, ediciones montevideanas de Ángel Rama.

II. Homenaje debido
Nuestro primer homenaje al amauta JM Arguedas -en pleno centenario- es seguir investigando por cuenta propia. He aquí, un alcance que no tuvo el maestro:
Pareamos la leyenda con el Carnaval de Tambobamba. Cobra así pleno sentido la canción, de drama hasta ahora tan misterioso, más aún cuando se la canta en carnavales. También es conocida como Wiphala, y una de las preferidas de JM Arguedas:


La leyenda del Tuytunki [1]

En las alturas de Cotabambas vivía una hermosa campesina de la que estaban enamorados muchos jóvenes, hasta los de las comunidades vecinas.

La pasña les propone una competencia de charango, para elegir al mejor. Un maqta toca una muy hermosa melodía llamada tuytunki [2] que deja prendada a la joven pasña. Lo elige para pretendiente y le propone tres pruebas para aceptarlo.

La primera era subir un cerro y encontrar el paso hacia el valle colindante. La segunda, esperar en la plaza del pueblo de ese valle la noche de luna llena y dejarse conducir por un cóndor a la tercera prueba: cruzar una extensa laguna a caballo [3] cantando y tocando el tuytunki en su charango.

Pasa las primeras pruebas sin dificultad y en pleno vuelo el cóndor le dice: "toma una de mis plumas. Cuando tengas dificultades al cruzar, escribe con la pluma [4] el nombre de tu amada. Así te salvarás de ser devorado por las aguas."

Agradece el maqta, pero cuando en pleno cruce del lago un gran remolino lo envuelve, en su afán de nadar hacia la orilla, olvida escribir el nombre de la amada con la pluma del cóndor.

Arrastrado por las aguas, llega el joven al fondo de la laguna y encuentra una aldea sumergida [5]. Para su sorpresa, el jefe de esta aldea es el padre de su amada. Se entera de que ella vive en tierra cumpliendo un castigo. El charanguista suplica al padre que le permita encontrarse con su hija. Ante la persistente negativa, decide tocar día y noche el tuytunki.

Así habría sonado el Tuytnki
La música convence al padre. Desde entonces, en noches de luna llena, se escucha el charango en las alturas de la laguna, cada vez que los amantes se encuentran.



Wiphala [6]


Tambobambino maqtatas
Dizque a un joven tambobambino
yawar-mayu apamun.
el turbión del río lo arrastra.
Tambobambino maqtatas
Dizque a un joven tambobambino
yawar unu apamun.
el agua sangrienta lo arrastra.
Tinyachallanñas tuytuchkan [7].
Dizq' ya sólo su tamborcito está flotando
Qinachallanñas tuytuchkan.
Dizq' ya sólo su quenita está flotando.
Birretellanñas tuytuchkan.
Dizq' ya sólo su birrete está flotando.
Charangollanñas tuytuchkan*.
Dizq' ya sólo su charango está flotando.

Coro:
Wifalitay, wifala/ wífala, wífala, wífala/wifalalayla wifala/wifalitay wifala!


Kuyakusqan pasñari
Y con su amada pasña
waqayllañas waqasyan *
está ya sólo llorando.
wayllukusqan pasñari
Y con su querida pasña
llakiyllañas llakisyan.
está ya sólo sufriendo.
Ponchitollanta qawaspa.
Se contempla sólo su ponchito.
charangollanta qawaspa
Se contempla sólo su charango.
Qinachallanta rikuspa
Se ve sólo su quenita
Tinyachallanta rikuspa
Se ve sólo su taborcito.

Coro:
Wifalitay, wifala / wífala, wífala, wífala / wifalalayla wifala / wifalitay wifala.


Kunturllanñas muyusyan
Dizq' ya sólo el cóndor está girando
tambobambino maskaspa (bis)
en busca del tambobambino.
Mana punis tarinchu.
Dizq' no lo encuentra
Yawar-mayus chinkachin
se pierde en el turbión del río
Mana punis tarinchu
Dizq' no lo encuentra
Yawar unus apakun
dizq' lo trae el agua de sangre.
Coro:
Wifalitay, wifala/ wífala, wífala, wífala / wifalalayla wifala / wifalitay wifala!.


***

[1] Versión sobre la recopilación de Gloria Avendaño en la revista Wifala, Cuzco 1981.
[2] Tuytuy, ‘flotar, mecer’. Tuytunki, ‘flotas, te meces’.
[3] El caballo desaparece. En el Orlando furioso de Ariosto se cruza los aires sobre un caballo-águila: el hipogrifo.
[4] Interesa la ‘vigencia de la pluma', es decir de la escritura, sugerida por la contigüidad del emplumado cóndor. Así se refuerza la simbología del poder y la jerarquía.
[5] La aldea sumergida es recurrente y una constante de los relatos andinos (cf. Morote Best).
[6] La leyenda de Cotabambas da trasfondo a la grabación del carnaval de Tambobamba, hecha por José María Arguedas en San Miguel de Maranga por el año 1965, de cuya traducción soy responsable..
[7] El cambio del gerundio ayacuchano* –chk- al cuzqueño *–sy- indica que el texto oral pertenece al límite dialectal que corresponde a Andahuaylas.


III. Intermezzo

¿Quién dice que el amor a la vida tiene pasaportes o salvoconductos? ¿Creen Uds. que a José María no le iba a poner supru el corazón este canto de la pampa surandina (sí, ya lo sé, no es folklore, es de Ariel Ramírez & Félix Luna -aunque se retuerza en su tumba el querido maestro Cortázar-)... y todavía en la voz de esta preciosidad?:















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