Brevedad honrada

Revista Caretas
diciembre 17, 1996

Bandoleros románticos de Víctor Hugo Velázquez Cabrera en 'Rosalía'


Su enigmático seudónimo, Poncho Negro, remitía a una época de bandoleros e invasores. Pero el asunto iba por otro lado. Fue un recuerdo de niñez, una radionovela llamada 'Poncho Negro' el que traería suerte a este cajamarquino que desde los 20 años tiene sus afectos repartidos entre su tierra y el Callao. Y es que "la literatura no es más que la evocación voluntaria de la infancia", dice, citando a Baudelaire.
Admirador de Ribeyro y de Rulfo entre muchos otros, este filósofo y traductor de profesión, pero escritor melómano por vocación, aprovecha las horas en que muere la tarde y la luz alcanza un matiz especial, para escribir. Entonces, decididamente se entrega a una travesía literaria que sabe le deparará enormes placeres y donde, como todo padre engreidor, sólo permite que lo interrumpan sus tres amorosas hijas.
Ahora está anhelante de lo que el futuro le depare, no sólo por el premio, sino porque entiende que el trabajo de años, que muchas veces sólo uno conoce, también puede ser reconocido."

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